Siempre hay una primera vez

¡Bienvenidos! 

Hoy os quiero hablar de mi primera vez. La primera vez que supe que estaba haciendo lo que quería. Esa primera vez donde sientes que hay algo que te llena por encima de todo lo demás.  Parece un poco idealista todo esto que os estoy contando pero estoy seguro de que a vosotros también os ha pasado y también lo habéis vivido. Y es porque es simple amigos, siempre hay una primera vez aunque no nos demos cuenta en el momento, pero te aseguro que echando la mirada atrás lo encontrarás.

Yo tengo muy claro cual fue mi primera vez, y lo tengo claro porque en mi afán por atesorar todos los momentos vividos con una cámara pude captarlo en una imagen. Así que antes de hablar cómo fue, os voy enseñar cómo fue:

 

Es una de las fotos a las que más cariño le tengo. Por lo que supuso y por lo que me hace sentir cada vez que la veo. En una foto vale mucho la imagen y lo que transmite pero en este caso vale casi más el contexto que lo que se ve en la foto. Está tomada en uno de los momentos de más inestabilidad emocional de mi vida. Recién terminada la carrera, me metí en un máster en el que me hicieron a la idea de que me iba a comer el mundo y la vida me devolvió los pies a la tierra con una cura de humildad.  Fue terminar el máster y no encontrar trabajo de lo que había estudiado, algo prácticamente imposible si además estas en una ciudad tan pequeña como la mía. Pero tuve suerte y empecé a trabajar en una empresa de reparto de unos grandes almacenes. Me pegaba prácticamente de 8 de la mañana a 10 de la noche parando 2 horas en la comida y bueno, os podéis imaginar; estaba completamente destrozado físicamente porque es un curro enormemente duro y encima tenía la cabeza dándome vueltas haciéndome pensar si tanto estudio había merecido la pena.

Estando en la empresa de reparto, y en gran parte gracias a eso, me pude preparar e hice mis primeros 3 ultras. Me levantaba a correr a las 5 de la mañana durmiendo poquísimo para poder entrenar y estar con el coche a las 7.30 pero no me pesaba. Trabajaba también los sábados y ahí es cuando entra en juego la foto. Esa foto está tomada un sábado a las 6 de la tarde de verano mientras la gente estaba en la playa. Ese día, pudiendo estar en cualquier otra parte, estaba en el campo y estaba feliz. Jodidamente feliz. 

«Ahí exactamente fue mi primera vez. La primera vez que me di cuenta de que si realmente amas algo y quieres hacerlo, por muy difícil que se pongan las cosas, siempre encontrarás la manera de hacerlo. Y lo mejor de todo, lo harás feliz.» 

Cuando se me ocurrió la idea de plantear esta entrada  tuve la curiosidad de ver cuál era la idea de los demás y desde mi plataforma de Instagram  se me ocurrió la idea de plantear la pregunta. Y una de las primeras respuestas fue igual de sencilla como de contundente. Un gran amigo que pasaba por una situación jodida debido al cáncer me relató su primera vez y lo primero que me dijo fue «fue muy normal». Me dejó de piedra la fuerza de voluntad y la normalidad con la que me lo contó. Hoy poco a poco está mejorando y sigue en la lucha. ¡Muchísima fuerza amigo! Sabes que eres muy grande.

«La mía es muy normal. Hacer 22kms andando en la carrera de la cuna de la legión, al año y medio de operarme y aún con una bolsa para orinar. Con más de 100 kilos de peso y con el aparato de la quimio en el pecho.» 

Escuchar esa frase con tanta tranquilidad y con tanta rotundidad me dio un baño de realidad y de optimismo. Eso me hizo querer saber más, querer conocer lo vivió más gente. La pregunta era sencilla:

¿Cómo fue tu primera vez? ¿Cómo fue esa vez que te marcó?

Muchísima gente se animó a participar, incluso hay algunos que no he podido incluir porque la entrada iba a ser excesivamente larga (pero mil gracias).  Así que a continuación os voy a dejar con una serie de relatos que me han llegado y que me han encantado, cada uno con su Instagram o su web para que los sigáis. Solo tenéis que pulsar en su nombre. ¡No os arrepentiréis!

 

Glo Tejado:  «Mi primer dorsal«:

La primera vez que me colgué el dorsal fue el 11 de Abril de 2008, una milla universitaria en Salamanca, eran dos vueltas a un circuito que rodeaba la Facultad de Medicina, la de Farmacia y la ecuela de Enfermería, la recuerdo con mucho cariño porque fue un crisol de emociones: miedo, incertidumbre , nervios e incluso vergüenza… me daba vergüenza que la gente me viese correr… todo eso hizo que tras el pistoletazo de salida saliese como pollo sin cabeza , como si no hubiese mañana hasta que en la segunda vuelta tuve que regular para no acabar en el Clínico pero la sensación de ver la meta, de sentir por primer vez que tu cuerpo saca una fuerza desconocida para alcanzarla, que sientes por primera vez ese flow que tanto hace disfrutar de este deporte es lo que más recuerdo sin duda. Creo que gracias a esa experiencia y a ese subidón fisiológico- emocional quise volver a experimentar una y otra vez esas sensaciones y que a día de hoy es el motor de cada carrera que marco en mi calendario. 

-Alf_unlimited  «Encontrar la pasión«

La primera vez que salí a correr fue porque tras una mala racha en lo laboral que me trajo problemas de ansiedad alguien me dijo: «tú que amas el deporte y amas la naturaleza, deberías probar practicarlo al aire libre». Así, salí a correr pensando que estaría asfixiado a los 100 metros. Pero no, hice 7 km y sorprendentemente no solo no me encontraba mal, es que me encontraba genial. Así, día tras día aumentaba un poquito esa distancia, explorando cada vez un rincón más adentro de mi querida Sierra Morena. Gracias a esta sana terapia y al cariño de mi familia los problemas de ansiedad han quedado atrás, entendí que superar retos en el deporte, conseguir superar una ruta o carrera dura, te puede dar la confianza en tí mismo como para también superar cualquier problema común, alimentando tu espíritu de superación. 7 meses después, tengo programada mi primera media maratón para dentro de 10 días, hace una semana hice mi primera 10k en la que superé mi marca personal, pero mi mayor logro siempre será haber ganado esa competición contra mí mismo, y haber descubierto cuánta pasión puede encerrar algo tan sencillo como calzarse unas zapatillas y salir a correr.

Juanma_24hb «Mi primer Spartan» 

Mi primera carrera fue en 2015 en Madrid (en Rivas). En la Spartan Race  junto a más de 14.000 personas. Yo iba con un grupo de amigos para hacerla juntos y al final la hice yo solo. Aún así no me lo pensé  y hice la distancia de 15 km con sus obstáculos y desde entonces no parado.

Carol «La primera vez que hice kitesurf«

La primera vez que te enganchas a una cometa nadie sabe que va a pasar, ni tu ni tu profe. El no sabe como vas a reaccionar y tu menos! solo te dejas llevar y confías en que la persona que te está enseñando sabe que tendrá que hacer! Aunque ahora que lo miro con perspectiva..estaba más cerca de comer arena de lo que pensaba en ese momento jeje

Lo importante es que el miedo no te paralice y que escuches a tu profe. Poco a poco te irás relajando y verás que todo fluye. El objetivo estará cumplido si en tu primer día consigues entender como funciona el viento y dominas con suavidad los movimientos de la cometa.

Si después de esta experiencia no te has asustado y tienes ganas de más y más viento..el kitesurf habrá entrado en tu vida y no querrás dejar de navegar 😉

blog: www.kiteforlife.es

– Fernanda Barbosa «Alpinetrail media larga distancia 40km 3300m+«

Me metí de cabeza en el camino sin saber recurrido, terreno, km, desnivel,.. a ciegas fue!!
Andorra(Arcalis)- Francia – España (Pica d’estats).  Salimos de noche Arcalis 5.30A.M. 10km a 11km.

llegando Lago de Soulcem y estaba siendo día , la aventura no había empezado… los primeros km fueran fáciles! Pero me preguntaba faltara mucho.
¡Aquí empezaba el puro desnivel! Subidas de Alpinetrail, adrenalina total, ¡no digo que no pase miedo!collada De Riu Fred y ya sentí alegría. ¡Llegamos a la Pica d’estats! ¡felicidad total! Y es ahí donde veo los km que llevaba hechos, que cara de sorpresa ¡Ya llevaba 20km! Pienso y pregunto «¿ahora por donde bajamos?» Me contestan, por el mismo camino. No quería bajar… me daba un miedo increible, pero me metí. ¡Woooo que bajada más guapa! Llegando a los 35km ya iba agotada, deseando llegar a Arcalis. ¡Por fin km 40! ¡Lo hice! Con toda la garra de una mujer. Canté, grité, sonreí , corrí, caminé, trepé piedras, baje de culo pero ¿llorar? Eso nunca ¡Somos fuertes y valientes!
Hoy quiero dar las gracias a todos los que habéis participado, solo os puedo dar las gracias. No solo por participar, también lo hago por la dosis de motivación y optimismo que me habéis inyectado. ¡Gracias!
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¿Te ha gustado la entrada? Cuéntame en comentarios cómo fue tu primera vez,  me encantará leerla. Seguro que fue genial.
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Jose Martín
20/11/2017

  

 

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