
Me siento una persona afortunada.
Creo que es la frase que resume mi vida. «Tengo una familia que no me la merezco»
Si no hubiese sido por ellos, por sus llamadas, mensajes y ánimos el otro día no habría terminado. Me habría rendido y habría mandado a la mierda esa frase de «no tengo fuerzas para rendirme » porque en Jarapalos si que las tenía.
Y me pongo a pensar y veo que siempre ha sido así, en las carreras, en los estudios y en la vida. Siempre han estado ahí empujando cuando paro, ayudando cuando estoy roto.
Soy una persona afortunada. No hay más secreto
Dejar una contestacion